Una dimensión es un espacio que contiene materia y tiempo, estos tres factores son inseparables. Si estamos en el recuerdo del ser, si uno de los tres factores se modifica a continuación lo harán los otros dos:
En un punto no hay materia ni espacio, pero si se mueve se forma una línea – unidimensionalidad
Si la línea se mueve se formará un plano – bidimensionalidad
Si el plano se desplaza se formará un objeto – tridimensionalidad
Si el objeto se mueve en un espacio contenido dentro de si mismo o si se desplaza a la velocidad de la luz cambiará la energía y se convierte en tiempo (se desintegra).

Es, por tanto, que el tiempo es el factor de la cuarta dimensión. Si nosotros vemos una mesa, tiene los tres aspectos perfectamente definidos: largo, alto y ancho; pero esta mesa que vemos primero pre-existió en la mente del carpintero, cual será entonces el factor que se diferencia de los dos anteriores? El tiempo.
El tiempo tiene dos propiedades fundamentales: la temporal y la espacial
Hoy en día el tiempo se concibe como una curva desde que se formuló la teoría de la relatividad de Einstein. El pensamiento gnóstico va más allá y desliga la eternidad del concepto del tiempo, la eternidad es la quinta dimensión; la curva del tiempo gira dentro del círculo perfecto de la eternidad siendo dos ruedas diferentes. Todo lo que va más allá de estas dos ruedas es considerado sexta dimensión, que corresponde al mundo causal o bhúdico o sea los primeros mundos electrónicos.. La séptima dimensión corresponde al íntimo o sea al espíritu.
Todo empezó a palpitar después del gran Pralaya (noche cósmica), antes el tiempo no existía y al final del Mahamvantara (día cósmico) las siete dimensiones básicas del universo quedan reducidas a un simple punto matemático que se pierde como una gota entre el gran océano, es evidente entonces que el gran tiempo deja de existir.

Todos los seres vivientes: hombres, animales y plantas; nacen, crecen, envejecen y mueren por lo que tienen un tiempo de vida concreto (el del hombre es el latido de su corazón 12.700.000.000 latidos)
El tiempo tetradimensional es distinto del tridimensional ya que no se puede medir. Si se modifica la materia, el espacio y el tiempo se entra en una nueva dimensión.
Esta teoría se vivencia en el recuerdo del ser en una experiencia directa con la conexión de los sentidos internos del alma: desdoblamiento de un cuerpo en astral, entramos en el mundo de los sueños pasando al cuerpo etérico.
Un cuerpo físico puede ser sacado del mundo tridimensional y colocado en la cuarta dimensión. En esta dimensión no hay límites, podemos viajar por el pasado y ver la película de nuestra vida y también conocer los eventos del futuro, modificándolos. De todos estos hechos y eventos el hombre tridimensional no se da cuenta y vuelve una y otra vez a cometer recurrentemente los mismos errores que en pasadas existencias. Este es el mundo de la personalidad que vive en una curva del tiempo cerrada, no existe mañana para la personalidad humana.
El círculo del tiempo gira dentro del círculo de la eternidad, termina un tiempo y una personalidad y al girar la rueda aparece un nuevo tiempo y una nueva personalidad, se reencarna el ego y todo se vuelve a repetir.
La gnosis nos hace conscientes de que hay otra dimensión que puede ser percibida a través del tercer ojo, es una vivencia paralela con una materia paralela y un tiempo paralelo: es el Estado de Jinas. Para entrar en este mundo tenemos que abrir la mente a una nueva forma de pensar, para ello deberemos primero despertar la conciencia.
En este mundo vemos los objetos desde el punto de vista tetradimensional, en este mundo la percepción es objetiva porque vemos los objetos por delante, por debajo, por detrás, por fuera…, es decir completos. En la cuarta dimensión todos los objetos aparecen completos en forma simultanea: la percepción es algo objetivo. Con el poder de la serpiente voladora podemos sacar el cuerpo de las tres dimensiones y pasarlo a la cuarta, quinta o sexta dimensión.
Hinton construyó la teoría de los Tesseracts o sólidos tetradimensionales y es la representación de las dimensiones en forma de potencias. Está de acuerdo con la lógica dialéctica, ya que lo ve como algo lógico.
La metageometria estudia el espacio superior, que considera el mundo como tridimensional como una sección del espacio superior. Esto se puede entender cuando perfeccionamos nuestro aparato psíquico y desarrollamos la clarividencia y la clariaudiencia (poderes de percepción interna).
El pensamiento gnóstico es revolucionario y va contra el positivismo materialista que es conservador y reaccionario. Un ejemplo de esto es la invención del microscopio que abrió ante nosotros un mundo infinitamente pequeño, así con el despertar de la conciencia se abrirá ante nosotros el mundo de la cuarta dimensión.

Eventos de Jinas
El estado de Jinas es cuando un cuerpo físico traspasa la tercera dimensión y se mueve conscientemente en el hiperespacio. Se consigue acelerando las vibraciones normales del cuerpo. Se diferencia de la salida en astral en que en esta se sale del cuerpo físico viviendo una experiencia clara y evidente.
En el estado de jinas se puede atravesar el fuego sin quemarse, levitar, atravesar murallas y flotar en el agua, gracias a la fuerza de la mente el hombre puede llevar a su cuerpo físico dentro de cualquier espacio gravitatorio hiperelicoidal.
Templo de Montserrat, donde está guardado el santo graal, un cáliz de plata donde bebió Jesucristo y se llenó con la sangre de sus heridas en la cruz. Lo custodian los caballeros del Santo Graal, grupo de maestros de la logia blanca y este templo está en estado de jinas.
Las tribus indígenas de América también conocen la ciencia de jinas como los caballeros tigres de México que han conseguido despertar la conciencia y cuyos adeptos pasaban terribles pruebas antes de aprender a manejar la imaginación y la voluntad pudiendo transformarse en tigres humanizados una vez penetran en la cuarta vertical ya que son extraordinarios atletas de la ciencia jinas
El templo de Chapultepek en Mexico donde los indios aztecas hacían peregrinaciones místicas ya que estaba en un cerro sagrado que se hallaba en la cuarta dimensión.
Jesús sobre las aguas del mar en Galilea aprovechando el hiperespacio, los discípulos de Buda podían atravesar una roca de lado a lado o los yoguis el fuego sin quemarse o Pantajali que podía volar por el aire como las brujas con sus escobas.
Por eso queremos recordar al estudiante la necesidad de practicar el mantram Raon Gaon para poder recordar nuestros sueños abriéndonos paso a las memorias del subconsciente.




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