Helena es una divinidad griega, cuyo nombre hace referencia “la luz que brilla en la oscuridad”
Helena era hija de Zeus padre de los Dioses y de los hombres que gobernaba el Olimpo.
Zeus se convirtío en cisne y sedujo a Leda esposa de Tindáreo (rey de Esparta) . Como consecuencia Leda puso dos huevos, de uno de ellos nació Helena y Pólux, ambos inmortales y considerados hijos de Zeus y del otro huevo nació Clitemnestra y Cástor, ambos mortales e hijos de Tindáreo.
Helena creció en Esparta, en la corte de Tindareo, era reconocida por su hermosa belleza desde muy niña. A los doce años, mientras bailaba en un sacrificio en el santurario de Artemisa Orita en Esparta, fue raptada por Teseo, rey de Atenas y por su amigo y compañero de batallas Perítoo, echaron a suertes y Teseo se quedó con Helena.
Cuando Teseo llegó a Atenas con Helena, los atenienses no la quisieron, entonces Teseo dejo a Helena en Afidna junto a la madre de Teseo, Etra.
Teseo y Perítoo se marcharon al Hades para raptar a Proserpina y hacerla esposa de Perítoo. Durante la estancia en el Hades de Teseo y Perítoo, los hermanos de Helena Pólux y Cástor, considerados como hermanos gemelos y llamados Dioscorus, rescataron a la Bella Helena e hicieron esclavas de Helena a la madre de Teseo y la hermana de Perítoo, y volvieron a Esparta.
Cuando Helena llegó a la época de casarse, su padre Tindáreo para que no hubiese enfrentamientos entre los pretendientes y porque reinaría en Esparta, siguió el consejo de Odiseo, que consistía en que los pretendientes jurasen aceptar el marido elegido y rescatar a Helena si fuese seducida o raptada, y así juraron.Tindáreo eligió a Menelao, hermano de Agamenón y rey de Micenas.
Afrodita Diosa de la belleza y del amor, había prometido a París, príncipe de Troya el amor de Helena, por haber decido a su favor en un enfrentamiento entre ella Hera y Atenea.
París fue a Esparta, y fue recibido por Menelao y Helena, durante la estancia Menelao tuvo que marcharse al funeral de su abuelo materno, Catreo.
Helena con la intercesión de Afrodita se enamoro de París, y huyeron a Esparta, mientras Menelao se encontraba en Creta. Llegando a Troya, Helena y París se casaron, sin la aprobación popular.
Menelao, Agamenón y Odiseo, junto con los reyes que habían jurado rescatar a Helena en caso de rapto, y con un gran ejercito se dirigieron a Troya, para obligar a los troyanos a liberar a Helena, y comenzó un asedio de 10 años hasta que Odiseo con su astucia consiguió atravesar las murallas de Troya.
“Examinando, pues, este asunto a la luz de la Mitología Griega, descubrimos que ZEUS TEMPESTUOSO (“el que amontona nubes”), no es otro sino nuestro PADRE que está en secreto, y que LEDA, la beldad griega, no es otra sino nuestra DIVINA MADRE KUNDALINI. En cuanto a la BELLA HELENA, pues, ciertamente es el ALMA ESPIRITUAL de todo hombre que viene al mundo.
Mas como esto de las POLARIDADES, es una tremenda realidad. El Buddhi, en relación con nosotros, está polarizado, pues, en la forma de la Bella Helena. Pero en relación con las mujeres, ya cambia la cosa: en relación con ellas, ya es el BIENAMADO. En todo caso, el BUDDHI es el ALMA ESPIRITUAL, eso es obvio. La Bella Helena de Troya, pues, viene a simbolizar al ALMA ESPÍRITU, y nos toca luchar para conquistar a esa Alma Espíritu, a ese Buddhi teosofistas, a esa ALMA INMORTAL, a esa WALKIRIA”. Samael Aum Weor
La historia de La Bella Helena, sus raptos, guerras, etc. a nivel esotérico, están unidas a las luchas interiores que lleva el iniciado cuando pretende conquistar su alma divina, que en este caso está simbolizada por La Bella Helena, y París sería el alma humana, intentando desposarse con su amada.
Podemos encontrar una poesía maravillosa de San Juan de la Cruz, donde se escuchan los cantos de la esposa y su esposo, el alma divina y el alma humana, Canciones entre el Alma y su Esposo: “Esposa: ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste, habiendome herido; salí tras ti clamando, y ya eras ido.
Pastores, los que fuerdes allá por las majadas al otero, si por ventura vierdes aquel que yo maś quiero, decidle que adolezco, peno y muero. Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas, ni cogeré las flores, ni temeré las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras.
Oh bosques y espesuras, plantadas por mano del Amado, oh prado de verduras, de flores esmaltado, decid si por vosotros ha pasado.”
Esta hermosa poesía nos acerca a ese sentimiento tan hermoso, a la Bella Helena, a esa luz que brilla en el interior de cada ser humano, y que anhela sin saberlo desposarse con su alma humana.




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