El lado oculto de la luna psicológica
“Así como la luna tiene dos aspectos, uno que se ve y otro oculto, así también hay en nosotros un lado oculto que nunca vemos”.
El objeto de este artículo es diferenciar a la humanidad lunar de la solar, es decir, pasar de individuos lunares a hombres solares, mediante la creación de la luna psicológica.
Para ello iniciaremos un proceso dialéctico donde definiremos lo que es el ego y como se localiza en dos partes claras de nuestra psiquis: la visible que es aquella donde alumbra la conciencia; y la oculta donde se alojan nuestros peores defectos y el origen de nuestros problemas.

Empezaremos el tema con unos datos estadísticos de nuestro país en el 2015: hubo 302 asesinatos de los cuales 64 fueron mujeres muertas a manos de sus maridos. En número de violaciones ascendió a 15.000 y hubo un incremento espectacular del número de robos ascendiendo a 2.400 millones de euros el valor de lo robado.
Parece que vivimos en un país civilizado pero sólo lo parece, son tiempos de kaliyuga y la gente que nos parece totalmente honrada en lo más hondo de su psiquis tiene yoes de asesinato, violación, robo… Estos yoes están ocultos en nuestro subconsciente y afloraran cuando la situación se vuelva extrema, cambiando totalmente nuestra conducta, provocando las más viles bajezas.
Me gustaría que reflexionaran un momento sobre esto que les estoy diciendo ya que ustedes mismos, mis queridos oyentes, mañana mismo pueden ser víctimas o verdugos de estos oscuros actos. Pero no se inquieten, en esta conferencia les voy a instruir en como pueden conocer estos yoes, sacándolos a la superficie para destruirlos con una metodología de trabajo sencilla.
En la conferencia anterior vimos la influencia lunar en los seres vivos y la ley del péndulo, hoy vamos a estudiar otro aspecto de la luna que es el lado psicológico.
El ego: la Luna Psicológica.
Para desarrollarnos como hombres debemos profundizar en nuestro trabajo psicológico para ello tenemos que saber lo que es nuestro recuerdo del ser y es saber y vivir que hay dentro de nosotros una chispa divina que se refleja en nuestra conciencia, luego deberemos auto-observarnos que es lo que hay de conciencia en nosotros y que es lo que le sobra, lo que es natural a la conciencia es ser humilde, ser feliz, tener sabidurí, tener tolerancia, tener amor…, y lo que sobra es lo que se ha agregado, el yo o lo que no es propio de la conciencia: sufrir, temer, celos, orgullo, autoimportancia. Si sabemos lo que nos sobra es más fácil descubrir lo que nos falta y no al contrario. Todo aquello que nos sobra, el ego, constituye nuestra luna psicológica.
Al igual que la luna que tiene un lado visible y otro invisible, nuestro yo pluralizado tiene un lado visible y otro oculto. Lo más perverso de nuestro ego se encuentra en el lado oculto, en la Luna negra y los yoes, de alguna manera fáciles de descubrir, se encuentran en nuestro lado visible.
El estudiante que empieza a trabajar con estas cuestiones localizará fácilmente los yoes con un poco de auto-observación y los comprenderá bastante pronto llegando poco a poco a aniquilarlos, pero hay yoes que son la raíz, la causa de los yoes del lado visible que no se comprenden con facilidad, primero, porque no aceptamos que los tenemos, porque los rechazamos.
Necesitamos iluminar con la conciencia ese lado oscuro.
Cuando logremos que la Conciencia penetre como un rayo de luz en ese lado invisible, que no se ve, en ese lado oculto de nosotros mismos, lo que de nosotros ignoramos es muchísimo.

El lado oculto que desconocemos suele ser muy profundo, pero necesitamos conocerlo, y sólo podremos conocerlo proyectando la luz de la Conciencia sobre ese lado oculto. Y es importante ese lado oculto, es precisamente en ese lado donde están todas las causas de nuestros errores, las innumerables reacciones mecánicas, las antipatías mecánicas, nuestras mezquindades, etc.
En tanto nosotros no hayamos iluminado ese lado oculto con los rayos de la Conciencia, obviamente estaremos muy mal relacionados, no solamente consigo mismos, sino también con los demás.
Cuando uno ilumina ese lado de su luna psicológica con los rayos de la Conciencia, conoce sus errores, entonces sabe ver a los demás; pero cuando uno no ilumina con su Conciencia ese lado oculto de sí mismo, comete el error de proyectarlo sobre la gente que nos rodea y eso es gravísimo.
La disolución del “yo”
Bien, ese es el objeto de la conferencia: el lado oculto de nuestra Luna psicológica. Nosotros necesitamos aprendernos a dividir entre observador y observado, un ego, un yo, no puede observa a otro yo, un defecto no puede observar a otro defecto, un defecto no puede comprender a otro defecto y mucho menos un defecto puede eliminar a otro defecto, entonces por allí es que uno se puede extraviar en el asunto del conocimiento de nuestra psicología particular.
Para seguir con este proceso de estudio es necesario ponerse en el recuerdo de si mismo, en el recuerdo del ser y dividir la atención entre observador y observado, esto es una cualidad de la conciencia y no del ego ya que a la conciencia le gusta por naturaleza verse a sí misma, autodescubrirse, autoconocerse, autocriticarse, autoenjuiciarse, pero al ego solo le gusta criticar, enjuiciar, condenar, o justificar todo lo externo, y ahí comenzamos a ver la diferencia entre una cosa y la otra. Si queremos descubrir la multiplicidad de egos que llevamos dentro deberemos trabajar con la conciencia. Deberemos ser muy sinceros con nosotros mismos para descubrir el lado oculto de nuestra luna psicológica, deberemos ser personas con inquietudes o anhelos de autoconocerse, ser diferentes de la mayoría de la gente, necesidad de saber quienes somos, de donde venimos a donde vamos; solo la conciencia tiene esta inquietud de autoconocerse porque conocerse a uno mismo es conocer el universo porque todos formamos parte de lo mismo.
Y esta inquietud de conocerse es sinónimo de felicidad y lo contrario será un estado egoico condicionado por los peores defectos que viven en nuestra luna psicológica. Quiere decir que yo vivo más condicionados egoicamente que en un estado de felicidad. En el lado oculto de nuestra Luna psicológica, hay los terribles defectos, los yoes que no queremos aceptar que tenemos, todo aquellos que nosotros criticamos a los demás, todo aquellos que nosotros vemos en los demás, todo aquello que nosotros condenamos de los demás, todo aquello que enjuiciamos es que descansa en nuestro lado oculto psicológico, por eso sentimos un rechazo, por eso sentimos que nos molestamos, si yo soy orgulloso y alguien pasa delante de mí, exhibiendo su orgullo eso me produce una reacción. Si yo soy una persona desordenada, no hay cosa más desagradable que ver el desorden en los demás; si yo soy una persona mentirosa, me pongo enseguida en contacto telepático sin quererlo con toda persona que es mentirosa, entonces me veo reflejada en aquella persona, pero normalmente, no nos vemos reflejados a Conciencia, sino que uno proyecta su propio lado oculto psicológico, sobre los demás.

PRACTICA:
–Inhalamos y sostenemos el aire…..y con el aire se va afuera todo el cansancio y las emociones negativas…
–De nuevo–
–De nuevo–
Ahora sostenemos el aire para exhalarlo lentamente por la nariz (a una señal).
–Sale lentamente por la nariz.
–De nuevo–
–De nuevo– 16
–De nuevo–
Lo hago con la boca cerrada…
–De nuevo–
Ahora quedamos en quietud, en silencio…
–Dos actividades se están sucediendo mientras estamos meditando: la del corazón y la de la mente, el corazón que quiere expresarse, ensancharse, y la mente que le impide, vamos a abrir un espacio en nuestra mente, pensemos que ella está concentrada la mente en el vacío del universo, en un vacío sin fondo…
Y que el corazón puede expresarse en ese inmenso vacío de la mente…
El corazón está en todas esas estrellas, es todas esas estrellas infinitas, la mente es ese espacio infinito vacío…
–Inhalamos…y exhalamos lentamente, con esta idea de la mente y del corazón…
–Inhalamos… y exhalamos… millones de estrellas infinitas, en un espacio infinito…
–Inhalamos… y exhalamos…
–Ahora respiremos rítmicamente…
Cada vez que miremos al firmamento y al universo vacío, veamos a través de esto nuestra mente y nuestro corazón…
–Fin de la práctica… Suspendemos pues, esta breve reflexión.
Tenemos dentro de nosotros los peores yoes
Vamos a detenernos un instante y auto-observarnos dentro del grupo de estudiantes que compone esta conferencia. A primera vista es un grupo compacto y bien avenido pero se han detenido un instante a pensar cual es la persona de este grupo que peor les cae? Seguramente si somos objetivos pronto sabremos quien es, y esta persona nos cae peor por los defecto que vemos que nos produce rechazo por que son los defectos que tenemos en nuestra luna psicológica.
Incluso algunas mujeres que se creen muy decentes critican a una chica guapa tildándola de indecente y resulta que tienen yoes de envidia o de lujuria. Cuando nos queremos vestir a la moda o cortar el pelo como un cantante, realmente esto corresponde a yoes de envidia también.
Nosotros tenemos entonces que ser sinceros con nosotros mismos y reconocer en el momento en que criticamos a una persona que es envidiosa, porque murmuramos con una tercera persona y decimos. “te fijas la mirada de ella, te fijas la actitud de envidia de él porque ha sucedido esto, te fijas que se siente molesto o se siente molesta porque a fulano le ha sucedido esto, o ha sido premiada o reconocida en su trabajo, etc., etc., etc. Y parece que nosotros no tenemos que ver nada con esa persona que tiene envidia por lo bien que se lo está pasando fulano, nosotros estamos en una 3ª posición, aparentemente una posición neutral, pero en nosotros ambas personas: la que es criticada y la que critica está dentro de nosotros en el lado oculto de nuestra Luna psicológica. La representación de ambas personas son la representación de dos aspectos del yo: el yo crítica y el yo se siente ser criticado. Los yoes que vemos en los demás, en realidad descansan en nuestro lado oculto psicológico, entonces una escena en donde participan dos y yo soy la tercera posición, me debe permitir a mí, si quiero trabajar seriamente sobre este defecto de comprender que tanto el uno que parece como víctima, que no tiene la culpa, como el otro, que parece el malo de la película, ambos descansan en mi lado psicológico, ¿me explico?
Por ejemplo: yo veo una escena de ira, donde el jefe humilla a un empleado, yo no tengo nada que ver, porque yo estoy dedicado a estos estudios y no me identifico con esas cosas, pero ¡pobre fulano, lo que le ha pasado, lo que le ha sucedió! Nos afecta, y nos identificamos con aquello, creemos que en realidad nosotros nada tenemos que ver, más sin embargo estamos identificados con el perdedor y al identificarnos con el perdedor, en realidad estamos ocultando una faceta de la ira que también en nosotros existe: el hecho de hacer daño a los demás y luego sentir que hay un gran remordimiento por el error causado, es decir, que el yo de la ira se puede expresar como víctima o como el acusador.
El yo ladrón se puede expresar como el policía que corretea al ladrón o como el ladrón que huye apresuradamente del policía: ambos aspectos descansan dentro de nosotros. Si alguien come mucho en la mesa y nosotros le criticamos la manera cómo se traga los alimentos, porque no come, traga, dice uno, nosotros aunque comamos muy lentamente, al hacer la crítica, al enjuiciar, estamos activando psicológicamente en el lado oculto de nuestra Luna psicológica, se enciende la luz roja que indica que nosotros, aunque no lo hagamos, directamente, muchas veces damos de comer a otra persona, para que esta persona, al comer de la forma que come, nosotros podamos comer, mirándolo comer, es la sutileza del yo de la gula, por ejemplo. Es decir, que todo el que se refugia en este tipo de estudio esotérico, tiende a colocarse en la posición más cómoda, donde no se siente vicioso, donde no se siente malo, pero sin embargo, nos volvemos entonces, personas que continuamente emitimos juicios de todo, conceptos de todo, condenamos todo, y claro, de esa manera se nos ocultan los agregados psicológicos en esa parte oculta de nuestra Luna psicológica.
Por ejemplo, seríamos capaces de asesinar, pues no, yo no creo que llegue eso, más sin embargo, si estallara una guerra civil y si nos viésemos a punto de morir de hambre, surgirían yoes que están ocultos en nuestra Luna psicológica. En la dama decente, en la esposa fiel a su marido, surgirían yoes de prostituta, en el caballero muy varonil él, muy fuerte, muy hombre, muy machista, podrían surgir en un terreno determinado, psicológico: yoes de homosexualismo. O en el señor honorable, que no se atrevería nunca a robarse nada de un mostrador, ni un lápiz, ni un bolígrafo olvidado, nada, porque lo tiene bien estudiado, podría perfectamente aparecer, en una circunstancia determinada: el yo del robo. El yo del robo necesita un terreno determinado para poderse expresar. El yo del lesbianismo, necesita de un terreno apropiado; el yo del homosexualismo necesita de un terreno apropiado. Quiere decir que en el lado oculto de la Luna psicológica estaría todo lo perverso, y en el lado visible estarían los yoes buenos que se dedicarían a tapar, a servir de muro, de barrera, para el qué dirán; o sea, el qué dirán, es el que impide que nosotros nos expresemos realmente como lo que somos: animales intelectuales.
La moral y la ética
Hay que diferenciar entre dos términos contrapuestos: moral y ética. La primera de ellas es cultural y pertenece a la personalidad y por lo tanto al tiempo. La segunda pertenece al ser y es inmutable.
En otros tiempos muchos caballeros y posiblemente de los que estamos aquí, perdimos el cuerpo físico por el honor de una dama, nos fuimos a un lugar de combate y ahí nos atravesaron con una daga, esa era la moral de la época, hoy es ridículo, es una tontería, o sea, que la moral es hija del tiempo y cambia con el tiempo, tiene que ver con la personalidad. En cambio la ética no, la ética es distinta, la ética no cambia, la ética no pertenece a la forma en la que el ego acomoda las cosas: cuando le conviene o cuando no le conviene.
¿De dónde viene la moral? La moral viene de un intercambio que hay entre los yoes malos y los yoes buenos, que ellos mismos se tapan y ellos mismos se descubren: esa es la moral. El maestro dice que tenemos que ser amorales, revolucionarios.
El lado oculto de la Luna psicológica se descubre cuando enjuicias a los demás, cuando criticas a los demás, y a veces no lo haces verbalmente, solo con mirar y pensar ya ha manifestado un yo oculto que estás criticando, que estás enjuiciando, que estás condenando, hay que estar tan alertar para descubrir que tenemos por ejemplo: yoes de escepticismo, yoes ateos, yoes de materialismo, yoes que odian al Cristo, yoes que odian a la divinidad, que maldicen a la divinidad. Tenemos que estar muy alertas con nuestros sueños porque son reveladores de nuestros yoes ocultos. Esa niña hermosa que en el fondo tiene yoes de prostituta que se rebelaron en otra existencia en la que estuvo en la miseria. A veces se pueden juntar varios yoes y podemos cometer los peores actos: autoconsideración, pesimismo y miedo nos pueden llevar al suicidio.
Necesitamos iluminar con la conciencia ese lado oscuro.
Las escuelas del cuarto camino creen imprescindible realizar este trabajo en grupos ya que son el mejor gimnasio para descubrir nuestros defectos, estos pensamientos y deseos negativos que se encuentran en nuestro lado oculto de la Luna psicológica.
Conciencia ilumiinándose
Necesitamos con la luz de la Conciencia, iluminar aquella parte desconocida de sí mismos, entonces mira el yo de aquel borracho, que está tirado en la calle, claro! Todo lo que estoy pensando de él, todo lo que está haciendo, es el reflejo de lo que yo haría si también estuviese borracho, nosotros no vemos al borracho como es, sino lo vemos bajo el prisma de cómo es nuestro yo del vicio del alcohol. Debemos iluminar la parte de uno mismo, verse a sí mismo y comenzar a descubrir que todo eso que yo tanto rechazo y todo eso que tanto me molesta, descansa en mi lado oculto y esto no debe ser motivo para yo volverme víctima, para sentirme acomplejado, para sentirme inferior, significaría que no estoy observando correctamente, para poder no caer en este error de sentirse menos que los demás, de sentirse inferior, porque toda esa basura la llevamos dentro, uno tiene que trabajar con la virtud correspondiente a ese defecto.
La crítica, su virtud es la auto-crítica, el verse a sí mismo a través de los demás. La impaciencia, ver el defecto, pero descubrir lo que le falta, nos falta la paciencia, nos falta la serenidad. El odio que yo veo en los demás y que me desagrada, debo verlo, pero debo descubrir lo que me falta, si no descubro lo que me falta, puedo terminar siendo aliado del defecto de la otra persona, puedo terminar vibrando al mismo nivel e igualarlo a través de la Ley de la Entropía.
Cuando vemos un defecto, inmediatamente vemos lo que no tenemos: ira-dulzura, orgullo-humildad, crítica-autocrítica, gula-templanza, pereza-diligencia. Entonces a medida que vamos descubriendo el defecto, reflejo de los demás, en esa proporción vamos descubriendo lo que no tenemos, y vamos meditando en ambos aspectos a la vez, pero siempre fundamentado en lo que no tienes, y esto es vital, si no nos apoyamos en lo que no tenemos, si no descubrimos cómo acrecentar la propia Conciencia, nos podemos perder en el camino, porque avanzar al ego, por el ego mismo, es jugar al papel del ego, es hacerse víctima del ego.
Hay que llevar un rayo de luz a esta parte oculta de sí misma que es nuestra Luna oculta, nuestra Luna negra. El hombre llega a trabajar con el lado visible, solo los superhombres pueden avanzar hacia el lado oculto de su Luna psicológica y comenzar a decapitar defectos.
La cristalización del Cristo Cósmico y el Santo Negar.
Obviamente, para poder cristalizar uno en sí mismo al Cristo Cósmico, necesita inevitablemente de aprender a recibir con agrado las manifestaciones desagradables de los demás. Así, poco a poco, va cristalizando en sí mismo al Señor de Perfección. Así pues que, hay que entender que el Señor de Perfección solamente cristaliza en nosotros a través del Santo Negar.
Hay tres fuerzas en nosotros muy importantes: la primera es el Santo Afirmar; la segunda el Santo Negar y la tercera el Santo Conciliar.
Para cristalizar por ejemplo el Santo Conciliar –la tercera fuerza, la del Espíritu Santo, la fuerza neutra–, necesita transmutar la energía creadora y al fin esa fuerza maravillosa viene a cristalizar en los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Para cristalizar en sí mismo la segunda fuerza, la del Señor de Perfección, la del Bendito, la de nuestro Señor el Cristo, se necesita inevitablemente aprender a recibir con agrado las manifestaciones desagradables de nuestros semejantes. Y para cristalizar en sí mismo la primera fuerza, la del Padre, el Santo Afirmar, se necesita saber obedecer al Padre, así en los Cielos como en la Tierra.
En nosotros debe cristalizar la fuerza del Cristo, la negación de sí mismo, para que esto sea posible, hay que aprender a recibir con agrado las manifestaciones desagradables de los demás, y esto es un axioma: si queremos avanzar en este camino a través del lado oculto de nuestra Luna psicológica, yo si estoy descubriendo en mí, y estoy reconociendo en mí, de manera imparcial todo aquello que critico en los demás, lo descubro como algo parte de mí mismo, ya a partir de ese momento la crítica va disminuyendo y entonces el sentido de enjuiciar se convierte en el sentido de auto-criticar, de auto-descubrir, de auto-conocer. Y cuando comenzamos a caminar por ese sendero, comienza a resurgir la Conciencia, porque como dije al principio a la Conciencia le gusta y es su naturaleza autoconocerse, autodescubrirse, autovalorarse, autocrecer, multiplicar la felicidad y primero, para saber que no se es feliz, que no se sabe lo que es felicidad, lo primero que hay que descubrir: la tristeza, producto de lo que nos rodea, porque siempre tenemos la tendencia a criticar nuestros estados de tristeza, producto del ambiente que nos rodea, siempre al ego le es muy cómodo, pensar que los culpables son otros y que ¡pobrecito de mí! Pobre de mí porque yo no quiero esto, mas sin embargo lo critico y lo enjuicio, la posición del ego jamás es reconocer que el es la causa de ese lente por donde se miran las cosas de una manera turbia.

¿Por qué decimos que cristalizar el Cristo? Porque el Cristo es un ejemplo vivo de aprender a recibir con agrado las manifestaciones desagradables de los demás, es decir, lo que se llama en el Evangelio poner la otra mejilla quiere decir aprender a colocar la Conciencia, para que aquello que te están haciendo, aquello que podría provocar en ti la reacción de un yo, al colocar la Conciencia no se produce una reacción, sino que se comprende que aquella persona está en la posición de criticarte, de enjuiciarte, porque todavía no ha sabido auto-criticarse.
Estos ojos, deben aprender a mirar para allá, pero al mismo tiempo, con la imaginación, deben penetrarnos a nosotros mismos y vernos a nosotros tal como somos, bien, esto es lo que podemos llamar el lado oculto de la Luna psicológica. Parece algo muy simple, pero en el momento en que salimos a la calle, en el momento en que vamos al trabajo, en el momento en que regresamos al hogar, lo primero será criticar, criticar, es más, no se sabe vivir sin criticar, sin emitir un juicio, de hecho la sociedad está fundamentada en esta idea de la crítica, para mejorarla supuestamente, y se habla de la crítica constructiva, que en el fondo es la misma crítica.




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